El precio de la traducción
- Publicado por Stephen Whiteley
- el 12/11/2014
Lo primero que quieren saber los clientes cuando necesitan una traducción profesional es “¿cuánto cuesta?”Evidentemente es una pregunta importante, pero pierde importancia cuando empezamos a ahondar en el mundo de la traducción.
Hay dos aproximaciones a la traducción en los negocios: la de “producto“ y la de “servicio”
Aquellos que piensan que “la traducción es un producto” creen que todas las traducciones son iguales y que, por lo tanto, el único elemento que las diferencia es el precio. Como sucede con las materias primas o los productos con poco valor añadido que pueden sustituirse fácilmente, si es más barato que otra empresa, se llevará el negocio. Si no, no. Funciona así.
Por otra parte, los que piensan que “la traducción es un servicio”tendrán en cuenta otros factores, no sólo el precio. También tendrán en cuenta la “calidad” y la “velocidad” (o flexibilidad) y tendrán expectativas más allá de un precio bajo.
(La relación entre estos tres elementos es bastante interesante y la analizaremos en otro post: “Qué quieren los clientes de las empresas de traducción o el triángulo imposible de Penrose“)
En mi opinión “servicio“, en el contexto de la traducción para los negocios, la respuesta es:
- Entregas a tiempo. Nada molesta más que no recibir a tiempo un documento, por pequeño que sea, para una reunión, presentación o cualquier otra fecha límite.
- Tener disponible un lingüista profesional para hacer consultas rápidas. Poder llamar o enviar un correo electrónico a la empresa para asegurarse de que no escriban mal un término concreto es seguramente lo que más confianza aporta en la industria de la traducción.
- Dar una respuesta rápida a todas las necesidades lingüísticas. Los negocios son, en ocasiones, cuestión de velocidad. No lo quiero para la semana que viene, ¡lo quiero para ayer!
- Poder obtener servicios relacionados. ¿Pueden entregármelo en Power Point? ¿Y en QuarkXpress?
Los servicios de traducción dependen sobre todo de la confianza, por diversas razones. Como cliente de una empresa de traducción, quiero cerciorarme no sólo de que no hay errores gramaticales u ortográficos, sino también de que la versión traducida se adecúa al contexto empresarial y es apropiada para el público meta.
En resumen, si no está especialmente interesado en el resultado, busque el mejor precio, pero si tiene que trabajar con ello y defenderlo delante de su jefe o (¡Dios nos libre!) de un cliente, asegúrese de que ha elegido una empresa profesional y de calidad y no sólo la más barata.
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